Después de haber estado seis días en la estación de Whistler Blackcomb esquiando, nos fuimos a la ciudad de Vancouver. Había leído por Internet cosas muy buenas de la ciudad, y que es un lugar ideal para vivir.
El viaje desde Whistler Blackcomb hasta nuestro hotel en Vancouver, lo tenemos contratado con una agencia de minibus, costándonos casi 3 horas llegar. Nuestro hotel estaba en el centro de Vancouver, con lo cual esta cerca de todo.
Cómo llegamos a las 15 horas, salimos a dar una vuelta por Canadá Place, entrando a la oficina de turismo para preguntar si se podía esquiar al día siguiente en Grouse Mountain, pero nos dijeron que con el calor que estaba haciendo no nos lo recomendaban, ya que la nieve estaba en muy malas condiciones, 19 grados en marzo.
A las 18 horas nos fuimos hacia el estadio Rogers Arena, para presenciar el partido de hockey hielo de la NHL, que jugaban los Vancouver Canucks contra los Senators de Ottawa, ya que habíamos sacado las entradas por Internet el día anterior, por cierto ganaron los Vancouver por 7 a 4, aprovechando durante el partido para tomar unas birras y comer algo, regresando al hotel a continuación.
Al día siguiente, lo primero que hicimos para empezar bien el día, es ir a tomar un buen brunch al más puro estilo americano de los años cincuenta en The Templeton, una de las particularidades de este restaurante es que cada mesa está decorada con postales antiguas y viejos tocadiscos traga monedas que ya no funcionan. La calidad y cantidad del menú es muy buena, y el precio razonable.
A continuación hicimos un tour caminando por todo Vancouver, ya que es la mejor forma de conocer todo. Salimos del hotel con destino a Canadá Place, para de allí recorrer caminando todo Stanley park, rodeados de muchas personas haciendo ejercicio, tanto a pie como en bicicleta.
Luego volvimos al Canadá Place, que es el punto donde llegan los cruceros a Vancouver, para continuar hasta Gastown, una de las zonas más populares de la ciudad, donde realizamos la últimas compras de regalos que nos faltaban, este lugar está lleno de restaurantes y bares, cuya atracción principal es un reloj de vapor.
Después nos dirigimos a Waterfront Station, donde tomamos el SeaBus, para pasar a North Vancouver, y visitar Lonsdale Quay Market, un importante mercado público, luego retornamos a Vancouver Centro, dedicándonos a pasear y tomar unas bien merecidas cervezas, después de tanto ejercicio.
Al día siguiente desayunamos en el hotel, y como el vuelo para España no nos salía hasta las 14:30 horas, aprovechamos para dar un paseo por el centro y luego tomar la Canadá Line, que conecta Vancouver, Richmond y el Aeropuerto Internacional de Vancouver.