Después de tener que desistir de ir a esquiar a Italia la semana del 8 al 15 de marzo por el tema del coronavirus, y a pesar de tener todo el viaje planificado y pagado; (avión, coche, apartamento y alquiler de esquís), ya veremos si podemos recuperar algo del dinero mediante el seguro de cancelación de viaje que tengo contratado con Mapfre. Al final decidimos mi hijo Alberto y un servidor, ir a esquiar a Cerler y a Boí Taüll, desde el martes 10 al domingo 15 de marzo.
El martes 10 de marzo a primera hora de la mañana y hasta el mediodía, estuvieron cerradas las pistas de Rincón del Cielo, Cogulla y Gallinero debido al fuerte viento. Al mediodía cuando el viento amainó abrieron todo.
El miércoles 11 de marzo, amaneció un día espectacular, por lo que optamos por ir a esquiar a Boí Taüll, pequeña estación con excelentes pistas negras, más cortas en la zona de Cerbi y mucho más largas en la zona del pico Puig Falco (2751 m).
El jueves 12 de marzo, fuimos de nuevo a esquiar a
Cerler, en un día de mucho calor, por lo que a las 15 horas dejamos de esquiar,
ya que la nieve estaba muy húmeda y peligrosa.
El viernes el tiempo empeoró, saliendo un día con poca visibilidad, con lo cual decidimos hacer algo de esquí de travesía por las pistas de Astún. El sábado cerraron las estaciones de esquí dando por finalizada la temporada de esquí por el coronavirus, con lo cual nos quedamos sin poder esquiar estos dos últimos días.
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