A las 9 empezamos la travesía al pico Cuyaralet con un día soleado y sin viento, seguimos una huella bastante marcada de raquetas y esquís. Avanzamos a buen ritmo, si encontrarnos a nadie durante toda la ascensión, según íbamos subiendo la nieve mejoraba de calidad, por abajo estaba bastante dura y luego polvo, con alguna pequeña placa de hielo.
Sobre las 10,25 horas llegamos a la cumbre donde disfrutamos de este día "perfecto" en la montaña. Fue uno de esos escasos días de invierno que recuerdo haber estado en una cumbre media hora sin necesidad de ponerse nada de abrigo. Después de sacar unas fotos, comer algo y admirar las vistas maravillosas, comenzamos una rápido descenso.
El descenso fue una delicia, con nieve muy buena para esquiar, salvo en el último tramo de llegada al Portalet que estaba bastante helada.
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